lunes, 28 de septiembre de 2009

El secreto que ya sé

Extracto del arte
caligrafía exacta
mi perdición sos.
Futuro ansioso
efervescencia
tu halo sos.
Herida eterna
abierta
espontánea sos.

Adoro la maldición de tus ojos
infinitos, diáfanos, vívidos.
Me enamoré de tu infancia incompleta
de un hilito de tu vida, de tu voz.

Mi contradicción
tu historia
ventanales sos.
Una exageración
tres gestos
cinco flores sos.

El mejor error del mundo
navega en tus piernas,
pero me fiaste un sueño.
Ignoro el secreto
que ya sé:
dolés tanto...

Profunda
absolutista
la inmensidad sos.
El pasado de un abrazo
la foto de un espejo
lo imposible sos.
Felicidad a cuerda
casa de muñecas
mil libros sos.

No sé leer tus dedos. Todavía.
Te regalo una mariposa, comprensión y mi vida.
No me masacraste. Todavía.
Bendigo en silencio esa tarde de abril.


(ELLA fue fugaz en mi vida, pero por un momento fue ELLA. La ELLA que me hacía reír, suspirar. Durante meses fue mi motivo, mi razón, mi sinrazón también. ELLA fue la primera ELLA después de la musa de mi dolor. Ella no sabe que fue la inmensidad, el pasado de un abrazo, una exageración. Aunque a veces me gusta pensar que sí lo sabe. Que siempre lo supo.)

jueves, 24 de septiembre de 2009

Historia Universal, capítulo 2: Dinosaurios

Existe una similitud entre los dinosaurios y algunas mujeres. Los dinosaurios vivieron sin saber de nuestra existencia, sin comprender lo que generarían en nosotros. Algunas mujeres tampoco se han enterado de nuestra existencia, la de quienes las admiramos en silencio. Ellas tampoco comprenden lo que generan.

Los dinosaurios vivieron en el pasado, un pasado distinto al que me hizo llorar. Eran grandes, fenomenales, inalcanzables, libres, absolutamente inigualables. Y daban un poco de miedo. Definitivamente: existen demasiadas similitudes entre los dinosaurios y algunas mujeres.


(Publicado originalmente en www.fotolog.com/del0al37 durante agosto de 2008.)

domingo, 20 de septiembre de 2009

Historia Universal, capítulo 1: Big Bang

Todas las cosas empiezan alguna vez, y no necesariamente con un gran estallido. A veces empiezan con una casualidad, con una protesta, con un intercambio. A veces empiezan con una mirada, una lágrima, un desespero. A veces no empiezan nunca y no son nada. A veces no es necesario que empiecen: parecieran haber existido siempre. No recuerdo demasiados grandes comienzos en mi vida. Acostumbramos a recordar más los finales, por tristes, intensos o por cercanía temporal.

Alguna vez algo empezó, pero nadie sabe cómo, cuándo ni dónde. Eso es absolutamente maravilloso. Raro, el Big Bang: suena como el amor.

(Publicado originalmente en
www.fotolog.com/del0al37 durante agosto de 2008.)

martes, 15 de septiembre de 2009

Ojalá pueda

Yo mentí muchas veces. Comí animales, humillé a un amigo, hice llorar a alguien que amo. Deseé mujeres de otros, rompí objetos y no lo admití, arruiné lamparitas que no repuse. Dije obsenidades, pensé cosas perversas e inmorales, fui violento, miré pornografía. Me burlé de la fe, me aferré a la fe, nunca le dije lo que sentía al amor de mi vida. Le tuve mucho miedo a un insecto, a un perro, a que alguien más chico me pegue. Me sentí mejor persona, mejor escritor, más inteligente que otros. Me sentí el más idiota del mundo. Me asomé a ver si un abuelo respiraba, fui mezquino, codicioso. No tomé helado para tener un peso más. Me avergoncé ante la mirada de una mujer hermosa. Ignoré a alguien que me necesitaba. Lloré caminando, sentado, acostado, arrodillado, en los brazos de una mujer y ante la mirada de un hombre. Exageré mis esfuerzos para ser admirado. Me emocioné cuando alguien que amo rezó por mí; todavía lo hago. Me perdí transitando caminos rutinarios, no sé dónde queda Retiro, me da terror manejar. Canto encerrado, con un escobillón como guitarra. La pasé muy mal en mi viaje de egresados, simulé ser otro para caer bien, no voy al dentista hace 8 años. Tomé mi primera cerveza a los 23. Robé, envidié, deseé el mal. Estuve más de una semana sin bañarme, escupí en un lugar público, junté pedacitos de jabón y creé uno más grande. Idealicé personas que no conozco, descreí de la amistad entre el hombre y la mujer, prejuzgué. Inventé canciones y me creí un buen compositor, pasé días enteros en el trabajo sin trabajar, soy muy mal jugador de fútbol. Rompí muchas medias, me puse de mal humor por estupideces, incomodé con mis palabras. Le negué comida a alguien hambriento. Fui un absoluto desagradecido.

No soporto más. Quiero cosechar lo que sembré, sea mierda o fresias. Quiero revolear mi verdad por el aire, quiero vivir sin tanto, pero tanto miedo, sin esa trágica e inexplicable sensación de desamparo. No voy a pedir nada, porque ni siquiera sé a quién pedírselo. Estas son mis ropas, mis vergüenzas, mis esperanzas. Esto soy yo. Puedo terminar desnudo, triste y desesperado. O puedo empezar de nuevo.

(Publicado originalmente en www.fotolog.com/del0al37 durante junio de 2008, horas antes de un domingo feliz, pero mucho años después de una noche muy triste.)

sábado, 12 de septiembre de 2009

¿Viene o no viene?

La sensación de estar esperando algo. La cuenta en un bar, tu nota en un examen, tu turno en el dentista, el fin de semana un martes, las 12 en Nochebuena, un llamado en tu cumpleaños, el final de una mala película, que se enfríe el té. Esperar que llegue tu cita, que te toque tirar los dados, un cambio en el segundo tiempo, que afloje un calambre. Esperar la hora del almuerzo, que te quiten los aparatos, que revelen las fotos, que se pelee con el novio, que llegue el jueves, que se callen. Esperar que vuelva la luz, otra ronda de mate, la pizza, que la moneda no sea falsa o al 562, el colectivo verde que asoma a lo lejos.

Todos estamos esperando algo, todo el tiempo. Nuestra vida es una gran víspera, y no digo que esté mal. Lo curioso es tener esa sensación sin saber qué se espera. La sensación de esperar algo, lo que sea, un chiflido, veinte letras, un milagro.

Maldita espera, es el mejor tiempo perdido...

(Publicado originalmente en www.fotolog.com/del0al37 durante junio de 2008, a la espera de quién sabe qué...)

viernes, 4 de septiembre de 2009

1,161

"El mundo no tiene sentido. No importa mucho lo que uno haga, lo que uno piense, lo que uno desee. Las cosas ocurren de cualquier manera sin cumplir planes de castigo o recompensa, sin completar simetrías, sin justicia, ni belleza", dice Alejandro Dolina. No sé que siento. Ni hoy ni desde hace siglos. Como si no tuviera piel, cada roce es violento, cada dolor es agonía. Tengo tan claro que no fue este minuto fatal el que me ahorca como que sí fue aquel. A veces, tan de vez en cuando, me parece adivinar una suerte de mamarracho universal que alguien puede arreglar. Después se me pasa.

"La emoción del arte sobreviene en el momento que compartimos alguna soledad", también dice Alejandro Dolina. Tal vez me miente para que no me muera. Tal vez cada amor es una mentira que todos nos hacemos para no morir. Tal vez cuando dice arte se refiere a la impiadosa hermosura de la que está, al exquisito recuerdo de la que nos dejó, a que ayer alguien haya escrito para compartir mi soledad. No sé que siento. Ni hoy ni desde hace siglos. Arrebato este espacio sin razones, al cabo nada tiene sentido. Un millón de minutos sin una mentira que me ayude a respirar. Es que hace mucho frío. Y no sé si adentro mío o afuera.



(Publicado originalmente durante junio de 2008 en
www.fotolog.com/del0al37, pocos segundos después de un gol de Olimpo, pero muchos segundos después de una mujer. ¿A que no adivinan qué significa el número del título?)