miércoles, 19 de agosto de 2009

El vals de los milagros

Estás viva. Estoy vivo.
Ése es mi consuelo y mi desafío.
Ojalá exista Dios para poder besar tus manos algún día.

Cada noche me acuesto con tu recuerdo
y cada mañana despierto con mi tristeza
en cada viaje que hago calculo la distancia a la que estás
cada vida es una muerte para mí.

Cada vez que respiro, recuerdo
cada vez que recuerdo, vos.
Mis últimas dos mil lágrimas tuvieron tu nombre.

A veces sueño
a veces creo que fuiste un invento
de un Dios absurdo que equivocó una dirección.
No quiero olvidarte.

Juego a que incendié todos tus recuerdos
pero siempre guardo uno
tengo tu foto en un lugar que nadie sabe.
Te hablo cuando camino solo
a veces hasta parece que escuchás
una vez me hiciste sufrir muchísimo: bendito ese momento.

Estoy en mi propio Infierno y estás en mi Cielo
estoy condenado a amarte
y estás condenada a la eternidad.
Las dulzuras de mis días tienen gusto a nada
sigo soñando con un hijo tuyo
cada vez que sonrío, te recuerdo
cada vez que entristezco, te extraño.

No estás, te fuiste, no me amás
nuestro amor jura imposibilidades
no encuentro tréboles ni de tres hojas
¿pero te conté del vals de los milagros?
Sólo una vez lo bailamos, princesa
y me juego la nuca: te acordás
esta noche estaré en esa vereda
para poder rezarte una vez más...

Estuve embarazado de tu olvido
tuvimos una hija y lleva tu nombre
le canto cada noche tu sonrisa
le muestro cada día tus canciones.
Mi amor por vos es crónico
y se burla de mi inteligencia
me asusta con arañas de goma
me esconde las llaves de tu puerta.

Tu amor hizo en segundos
lo que el mío no hará nunca
se fuma nuestro pasado
y no usa cenicero.
Mi amor se traga el humo y la nostalgia
se acalambra a cada rato
no existe nunca terapia
para un esguince del alma.

Tu amor ya se mudó a un barrio privado
que no tiene goteras;
yo adeudo el ABL
y nadie barre tu recuerdo.
Tu amor tiene motor y cuatro ruedas
llega temprano a cada fiesta
mientras yo aprendo a andar en bicicleta.

Mi amor es como una canción de Piero
como una escuela en febrero
y canta temas tristes durante el carnaval.
Mi amor siempre se porta mal
y nunca termina entero
hace un año no te veo
pero yo te busco igual.

Tu amor huyó por la avenida
y se metió en un laberinto
ni siquiera dejó huellas de alguna frenada.
Mi amor siempre da vueltas manzana
por la cuadra de tu puerta
pero siempre a contramano.

¿Cuántos nos queda? ¿Cincuenta años?
Si en diez minutos construiste mi vida
y en cuatro la disecaste
quizá medio siglo baste
pa' que vuelvas a quererme.


(En un tren desconocido, a un año luz de su adiós, con los labios secos por tanto verano sin besos. En un tren desconocido le escribí sin saber que ya no podría ni escribirle, que su sonrisa había abandonado hasta mi mente, que se había llevado hasta mi propio amor. En un tren desconocido, triste, ajeno, y con lapicera verde. Con el verde que tanto le gustaba, pero quizás ya no le guste, le escribí a la que tanto amaba. A la que ya nunca más iba a escribirle.)

2 comentarios:

Las Cronicas de Nanda dijo...

"Estuve embarazado de tu olvido
tuvimos una hija y lleva tu nombre
le canto cada noche tu sonrisa
le muestro cada día tus canciones.
Mi amor por vos es crónico
y se burla de mi inteligencia
me asusta con arañas de goma
me esconde las llaves de tu puerta".
BRILLANTE. ME CONVERTÍ EN TU FAN.
Que afloje la tristeza, pero no los versos que ella genera. Contradictorio, no?
Saludos!

Anónimo dijo...

Sólo quien nunca amo puede leer esto sin que le quede un gusto a tristeza en la boca....